Uno de los privilegios de tener la Cuidad de Santiago tan cerca, es que nos permite realizar excursiones en grupo para disfrutar de su arquitectura, su comercio, y el bullicio de sus gentes y turistas.
Este año pudimos disfrutarlo al máximo gracias a la ayuda de Margariña, una hermana, guía turística profesional, que quiso compartir con nosotros su tiempo y sus conocimientos, convirtiendo un simple paseo por la zona vieja de Santiago, en una lección magistral en la que aprendimos de historia, costumbres, mitos y visitas a zonas restringidas a unos pocos privilegiados.